La sobreocupación de las diferentes áreas del Hospital de Villavicencio ha obligado al personal de salud a atender en condiciones inadecuadas a los pacientes que no paran de llegar.
Leonel Alzate, un periodista de esta capital, contó en Noticias Caracol que su esposa, una paciente con covid-19, pasó 12 horas en una silla Rimax, conectada al oxígeno y a la espera de una camilla donde poder descansar un poco.
«Duró sentada en el hospital, en un pasillo, y sobre las 4 de la mañana apenas desocuparon una camilla, mi hijo agarró esa camilla y montó a su mamá», reveló.
Alzate responsabiliza del colapso del sector salud, especialmente, a la población joven que acude a las manifestaciones sin atender las recomendaciones por la covid-19.
«El joven llega y tal vez ni le pase nada, tal vez pase el covid y el joven ni siquiera lo sintió, pero se convierte en un potencial transmisor y eso es lo que está matando colombianos», agregó.

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