En dialogó con varios institutores del Meta, éstos manifestaron que la posición de Fecode y de la ADEM es clara, por cuanto, si bien el virtualismo no otorga las mismas características de lo presencial, lo cierto es que los maestros han realizado su tarea, con el profesionalismo que es característico del gremio.
Una cosa es hacer manifestaciones y señalar derroteros desde un mullido diván o un escritorio en Bogotá, y otra diferente llegar a la institución educativa, cualquiera que ésta sea, y darse cuenta las condiciones en que se encuentran las aulas, las baterías donde se ubican los baños, la biblioteca, las zonas de recreación, el estado de los computadores y las condiciones ambientales.
Eso, si se alude a los establecimientos situados en el sector urbano, porque cuando se trata de lo rural es otro cuento, y se habla otro idioma, ya que quienes orientan a la comunidad estudiantil en el campo, muchas veces tiene que recorrer largas jornadas a lomo de mula, y separarse de su familia semanas, y hasta meses, afirmaron los consultados por Notillano.
Es importante decir, aseveraron los profesores, que muchos de nuestros gobernantes son solidarios con estas apreciaciones, y por es muy valioso el diálogo para adoptar decisiones de hecho y de fondo, para decidir en el momento propicio, y retornar, si es necesario, a las clases de manera presencial.
