Se cumplió este domingo 27 de octubre en el recinto de la Asamblea Departamental, el primer debate al proyecto de ordenanza que busca modificar, solo por este año, la fecha del festival cultural Casanare Palpita, el cual se realizará del 21 al 24 de noviembre.
Según la directora de cultura y turismo, Estefanía Antolines Velandia, el objetivo es incluir en la ordenanza que creó el mencionado evento, un parágrafo transito que le permita a la Gobernación realizar dicho certamen en la fecha antes mencionada.
El pentagrama de criticas sobre esta propuesta, tiene su origen en el hecho que la fecha de Casanare Palpita quedó establecida para el mes de julio, y solo hasta ahora la Dirección de Cultura se acordó de solicitar formalmente un cambio temporal de la fecha para su realización.
El diputado Germán Pinzón indicó que la solicitud de aplazamiento se debió haber presentando con antelación y no ahora, a menos de un mes de la realización del evento.
En la lectura que hizo el asambleísta esta situación es un error de planeación, que conducirá este certamen por las melodías de la improvisación.
Por su parte la Antolines explicó que Casanare Palpita no se celebró en las fechas establecidas por ordenanza, debió a que para esa época (julio de este año), el Gobierno seccional se encontraba adelantando la armonización del plan de desarrollo, lo que impedía que se celebraran procesos contractuales durante este periodo.
Frente a las diatribas recibidas por el tema del tiempo tan limitado que tiene para la organización de la actividad, sostuvo que la ley permite aplicar la figura de contratación a través de una entidad sin ánimo de lucro que sea idónea para realizar este tipo de certámenes.
Mencionó que, para garantizar la idoneidad en este caso, el proceso contractual se publicará en página web. De esta manera se garantizará que las cosas se hagan de acuerdo lo ordenando por la ley.
Insistió que, pese a la preocupación por lo tiempos tan cortos para este caso, desde su oficina ya se ha avanzado en términos de planeación. Sostuvo que se han adelantado 10 sesiones con los diferentes sectores culturales, por lo que el trabajo de planificación se encuentra en un 90 por ciento.
En este tema contractual del diputado Pinzón también tiene sus reparos. Manifestó que esta figura de tercerización no favorece los intereses de los cultures, porque serán contratados a través de un tercero y no de manera directa con la Administración departamental, lo que indudablemente representa menos ingresos para los artistas.
“Que la oportunidad sea para todos y de manera equitativa para todos los artistas, tanto nacionales como extranjeros”, recalcó el diputado Pinzón.
Justamente, en este ítem de la contratación los cultores, han escuchado las melodías de versiones extraoficiales que no han sido corroboradas por autoridad alguna, pero imprimen bemoles de incredulidad y desconfianza.
Se rumora de manera no oficial, que en las notas más altas de estos acordes contractuales, a algunos artistas los hacen firmar por una determinada suma de dinero, pero que terminan pagándoles una cifra muy inferior a la que aparece en el contrato.
Ahora es necesario esperar el segundo debate de este proyecto, que como un melisma aspira la aprobación del jurado, que en este caso es la Asamblea Departamental.